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Miércoles, 10 de Abril de 2019 11:09
Para retener la Gobernación, Vidal necesita frenar la caída del oficialismo en los distritos más densamente poblados y, como mínimo, fidelizar los votos de 2015. Toda la artillería que se desplegará, con las obras y la seguridad como armas principales
 
Es el imperio donde se da la madre de las batallas, y desde hace muchos años está dominado por el peronismo. Aunque Cambiemos obtuvo resonantes victorias locales en 2015, y mejoró en las legislativas 2017, el Conurbano le sigue siendo un territorio hostil, sobre todo, en la zona sur. 
 
“Cada elección es una foto distinta, y esta es difícil en el Conurbano”, reconocen en el gobierno de María Eugenia Vidal, pese a que algunos funcionarios se muestran optimistas, de todos modos. A las dificultades históricas se les suma la crisis económica, factor fundamental que en las encuestas lleva a una caída de Mauricio Macri, quien insiste en ir por la reelección. 
 
En el Ejecutivo miran con preocupación los números, y descuentan que si el Presidente no levanta, difícilmente el corte de boleta sea tan grande como para salvar la continuidad de Vidal en la Gobernación. 
 
Para contrarrestar la tendencia a la baja “es fundamental que el Gobierno nacional controle los aumentos de precios; si logra eso en los próximos tres meses estaremos mejor en el inicio de la campaña, que oficialmente empieza el 12 de julio”, afirmó a La Tecla un hombre del gabinete. Agregó que “esto se revierte con gestión, así que hay que gestionar”. En ese sentido se puso en marcha una avanzada centrada en las obras que se ejecutan, muchas de las cuales se inaugurarán en los meses venideros.
 
Mostrar obras hidráulicas, de vialidad, agua y cloacas, y un constante machacar con los logros conseguidos en materia de seguridad, son piezas del combo que obliga a los funcionarios de la Provincia a una permanente presencia en el Gran Buenos Aires. Como parte de la estrategia de comunicación, el equipo de la Gobernadora apela a menudo a las comparaciones con la administración anterior.
 
“Vidal, en tres años arregló más rutas que (Daniel) Scioli en ocho años”, dijeron en el Ejecutivo cuando difundieron los trabajos realizados en las carreteras provinciales. También es el eslogan cuando se habla de las personas que terminaron en prisión, aunque allí las estadísticas riñen con el discurso oficial. Como fuere, la intención de la campaña es clara, y consiste en tratar de soslayar la crisis económica y hacer preponderar las mejoras de infraestructura.
 
El Gobierno nacional hace su juego, e inyecta recursos en el Conurbano por parte de los ministerios de Interior y Transporte. Pero en Provincia esperan ansiosos un di-nero que se demora en llegar y que le permitiría a Vidal acelerar trabajos iniciados, o comenzar otros. Hay cierto malestar con esta circunstancia, como también lo hay puertas adentro del gabinete por el manejo del dinero propio. 
 
El titular de Economía, Hernán Lacunza, se ufana de tener reservados los sueldos hasta fin de año, pero otros ministros desean que se siente menos arriba de la caja y suelte recursos que den más aire a las demás carteras .
 
“Estamos trabajando mucho, recorriendo cada una de las obras para inaugurar, haciendo hincapié en la gestión, no con un espíritu electoral. Hasta julio no va a haber una campaña formal”, señaló a este medio uno de los encargados de monitorear los trabajos y armar la agenda de visitas. 
 
Es necesario remarcar la diferencia que existe entre el Conurbano norte, con varios distritos donde gobierna Cambiemos y una composición social diferente, y la zona sur, donde domina del peronismo-kirchnerismo, con la mayoría de las intendencias y una al-ta consideración por la imagen de Cristina Fernández de Kirchner. 
 
El Gobierno nacional apuesta todo a la grieta y a la contienda cara a cara Macri-Cristina. Y esa puede, ser precisamente, la condena de la Gobernadora, porque el mayor volumen electoral de la expresidenta está, justamente, en el Conurbano, gracias a un extenso mapa de pobreza y clase media baja. “La elección no es Vidal contra (Axel) Kicillof, es Macri contra Cristina”, admiten todos.
 
El Presidente tiene la posibilidad de compensar en otros territorios y cuenta con una segunda vuelta, opciones imposibles para Vidal. El interior bonaerense no alcanza para contrarrestar el peso del Gran Buenos Aires si aquí las cosas no salen del todo bien. También es clave qué hará el radicalismo, de poco peso político en el Conurbano, pero necesario a la hora de poner la estructura al servicio de Cambiemos.
 
Vidal doblará los esfuerzos en la búsqueda de, por lo menos, mantener los votos de 2015 que le permitieron a Cambiemos quedarse con la Gobernación. En aquella oportunidad, la candidata se enfrentó a Aníbal Fernández, y el corte de boleta dejó a las claras cómo actuó el electorado, escenario que ahora se presenta diferente; y en caso de jugar Cristina la presidencial, su tira para la Provincia llevaría a un candidato afín, que fidelizaría el voto. Por eso, la búsqueda de retener o recuperar a “aquellos que alguna vez nos votaron”, como expresó Federico Salvai en un encuentro partidario.
 
Más allá de las dificultades hay quienes se aferran al optimismo. “Macri gana en el norte del Conurbano, pegado a Capital; lo mismo de siempre. No está peor que en 2015 o 2017, como se pretende instalar. No generemos pánico; en las encuestas está un poco mejor, hay un crecimiento en casi todos los distritos”, se entusiasmó un funcionario con anclaje en la zona norte. 
 
También, como para atajar posibles tormentas, recuerdan que en 2015, Scioli le ganó a Macri en la elección presidencial; “y son los mismos votantes que hoy prefieren que vuelva Cristina, por lo tanto, la foto de hoy no es sólo por la situación económica, sino que siempre fue así”.
 
A pesar de que muchas encuestas marcan una mejora de la expresidenta, algunas voces del oficialismo dicen que “es mentira que crece en el Conurbano, siempre se mantiene igual”. La visión optimista señala, además, que “en 2015, Macri no gobernaba ningún distrito, hoy los gobierna, y hay una estructura que no había antes. La ventaja comparativa es abismal, aunque no lo quieran ver los medios y hasta los propios militantes, que se pueden apichonar. Tenemos más intendentes, concejales, diputados, consejeros”.
 
Es cierto que la estructura aumentó, como tan cierta es la crisis que pone al Gobierno a las puertas de una eventual derrota, que ha disparado todas las alarmas internas. Por eso se apura el proyecto para inundar de dirigentes y candidatos las calles del Conurbano, con su correspondiente correlato en los medios. 
 
Se pone como ejemplo a La Matanza. “Crecimos mucho entre 2015 y 2017, y lo vamos a seguir ha-ciendo. Hay un trabajo territorial fuerte. Hoy aparece uno un candidato fuerte, que es ministro nacional. Alejandro (Finocchiaro) está creciendo todas las semanas, y casi cuatro veces por semana hace una actividad política en La Matanza”, cuentan en la Gobernación. Lo mismo les piden a los demás candidatos y a los intendentes del espacio. Son meses a todo o nada antes de la batalla en el territorio más difícil. 
 
Cómo les fue a los candidatos principales en los últimos comicios
 
En 2017, la primera boleta de la tira fue la de senadores nacionales. En la Primera sección, la encabezada por Esteban Bullrich, de Cambiemos, derrotó a la de Cristina Fernández, candidata de Unidad Ciudadana: 1.350.302 votos contra 1.235.199. El tercer lugar lo ocupó Sergio Massa (1País), con 410.490 sufragios.
 
En la Tercera sección, la expresidenta fue la que se quedó con la mayoría de las adhesiones (1.503.225), mientras que Cambiemos cosechó 1.164.873 votos, y 1País sumó 341.496. 
 
En 2015, la primera boleta de la tira fue la presidencial. En las elecciones generales, Daniel Scioli (Frente para la Victoria) se impuso a Mauricio Macri (Cambiemos) en todo el Conurbano. En la Primera sección le ganó por 1.201.943 a 1.058.924. Y en la Tercera lo hizo por 1.461.354 a 919.985.
 
En el balotaje de 2015, Scioli también venció a Macri en ambas secciones: 1.709.549 votos a 1.623.550 en la Primera y 1.987.625 sufragios a 1.388.407 en la Tercera.
 
Del comparativo entre las generales de 2015 y 2017 para la boleta que encabezó la tira, Cambiemos logró subir el caudal electoral en unos 500.000 votos en las dos secciones del Conurbano, mientras que el kirchnerismo, también tuvo un crecimiento, pero inferior a los 100.000 votos.
 
* Fuente: Justicia Nacional Electoral.
 
Los votos de Vidal en el Conurbano
 
María Eugenia Vidal dio el batacazo en 2015 al imponerse a Aníbal Fernández, y si bien, como todo Cambiemos sacó una importante diferencia en el interior provincial, en el Conurbano su performance fue muy buena, ganando la Primera sección y con una derrota ajustada en la Tercera. 
 
Es lo que quiere replicar ahora para no poner en riesgo la continuidad. En aquella oportunidad hubo un importante corte de boleta respecto de los candidatos locales y a Presidente. ¿Se repetirá el escenario? 
 
El temor en el oficialismo es que, si bien ella mantiene altos valores de adhesión, “ya del otro lado no va a haber un Aníbal”.
 
En la Primera sección, Vidal consiguió 1.205.514 votos, contra 1.070.833 de Aníbal Fernández. La boleta de la Gobernadora obtuvo casi 150.000 votos más que la de Macri Presidente, mientras que la del candidato provincial del Frente para la Victoria perdió 130.000 sufragios respecto de Daniel Scioli.
 
En la Tercera, Vidal logró el acompañamiento de 1.066.601 votantes, y se impu-so Fernández con 1.285.927 adhesiones. Pero, también, quien sería electa Gober-nadora superó en voluntades a Macri (más de 146.000 votos), y Aníbal Fernán-dez restó con relación a Scioli (unos 175.000 votos).
 
"No sólo importa lo económico"
 
El senador Walter Lanaro es una de las espadas de Federico Salvai tanto en la Legislatura como en el territorio. De trabajo en la Tercera sección recalcó que, pese al impacto económico, se puede ganar el Conurbano, y añadió que para ello “hay que estar en la calle” y dialogar “con los vecinos”.
 
“A nosotros nos preocupa, también, lo económico. Formamos parte del conjunto de vecinos de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no es lo único que le importa a los vecinos y no es lo único que nos importa a nosotros”, afirmó a La Tecla.
 
En ese sentido rescató los “avances” con la implementación del SAME en el Conurbano bonaerense y las guardias “de los hospitales renovadas”, así como las mejoras en seguridad.
“Más allá de que bajó el índice de homicidios, de robo de autos, la gente nota la cercanía que tiene cada vez más con la Policía. Hay una Policía capacitada y 10.000 policías fueron se-parados de la fuerza, 800 de ellos por delitos con el uniforme. Todo eso genera credibilidad”, señaló Lanaro.
 
“Necesitamos que se nos escuche más de lo que se nos ha escuchado”
 
“El Conurbano fue siempre difícil para Cambiemos; lo fue en el 2015 y en el 2017. Sin embargo, nosotros, en el 2015, cuando no nos conocía nadie, en José C. Paz arrancamos con una elección de 17 puntos en las PASO, y en la general de 2017 sacamos más de 30”, se ilusiona Ezequiel Pazos, candidato a intendente del distrito. Aunque dice que “no hay que achicarse”, reconoce que el “contexto económico es difícil”, y resalta que “se han hecho muchas cosas. Por ejemplo, en José C. Paz hay un hospital como el Mercante, que desde el ‘94, cuando se construyó, nunca había recibido una obra, y se están haciendo la guardia, la sala de neonatología y la pediatría. También tenemos una obra importante de hidráulica en el arroyo Los Berros”. 
 
Ante la consulta de cómo reacciona la gente en la calle, Pazos sostiene que “el que es kirchnerista, hoy es más kirchnerista que nunca, y el que votó a Cambiemos sabe que está difícil; y quizá esté enojado, pero sigue apoyando. Después hay un gris importante de gente que por ahí busca una alternativa. Habrá que salir a trabajar con esa gente que duda, que sabe que la solución no va a venir de parte del pasado, pero no está conforme con lo que pasa hoy. Hay que contarle por qué pasa lo que pasa”.
 
“Necesitamos más apoyo que nunca del Presidente y de la Gobernadora. Necesitamos que en los territorios se nos escuche más de lo que se nos ha escuchado, y que podamos tener todas las herramientas para que la gente vea que sucedieron cosas buenas”, dice el candidato del colectivo de los Sin Tierra.
 
Sobre la polémica entre el Ejecutivo y algunos intendentes del PJ que se atribuyen obras de fondos provinciales, Pazos es contundente: “En eso debemos hacer alguna autocrítica de cómo llegar mejor en determinados casos y con determinados temas a la gente, hay que militar y explicarle al vecino, porque se juega mucho con la falta de información que tiene la gente. Si los que informan lo hacen mal, esa mentira se convierte después en una verdad”.

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