Axel Kicillof, Sabina Frederic y Sergio Berni se reunieron para reorientar la política de seguridad bonaerense Imprimir
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Miércoles, 22 de Julio de 2020 20:00
Funcionarios nacionales y provinciales buscan dar forma a la nueva "etapa de la pandemia", tras los cortocircuitos de los últimos meses
 
Por Juan Piscetta
 
En una foto que busca ilustrar que las diferencias del pasado están “saldadas”, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, se reencontró con el gobernador Axel Kicillof y su par bonaerense Sergio Berni para reorientar la política de seguridad ante la nueva etapa de la cuarentena flexible, que progresivamente arrojará a miles de personas a las calles nuevamente.
 
Casualidad o no, la reunión llega en un momento en que los delitos empiezan a recuperar sus niveles previos al aislamiento obligatorio. Tras la “pacificación” de marzo y abril –donde cayeron abruptamente la denuncias por delitos contra la propiedad– los hechos violentos por robos y homicidios volvieron a reaparecer en el primer plano. El propio Berni dio a entender cuáles serán sus nuevas prioridades, al realizar su defensa del jubilado Jorge Ríos, acusado de homicidio agravado por asesinar a un ladrón de un disparo. “La cuarentena se terminó”, apuntó.
 
En los equipos de Frederic y Axel Kicillof dan por zanjadas las diferencias del pasado. “A Axel no le interesa dar el debate mediático que se armó, quiere que esto funcione”, señalaron desde el entorno del gobernador. Era necesaria la foto, después de meses de cortocircuitos. El último encontronazo con La Plata había sido en el operativo en el que se inmiscuyó Berni en Puente La Noria, por las demoras en el tránsito en la circulación de una ambulancia.
 
Berni enojado en el operativo en Puente La Noria
 
 
“Siempre hace falta coordinar más y en conjunto. Nosotros damos esto por saldado, dimos vuelta la página”, señalaron desde el gobierno bonaerense.
 
Si bien nunca dejó el “día a día” de trabajo conjunto entre las segundas y terceras líneas de los ministerios, el gobernador bonaerense mantuvo ayer un charla telefónica de una hora con Frederic, en la que coincidieron en concretar un encuentro presencial para apuntar la coordinación de las fuerzas de seguridad para la “nueva etapa” que se avecina. Y lo que se avecina no es sencillo.
 
El caso de Ríos puso en primer plano una recuperación de los niveles habituales de criminalidad. A raíz de la vastedad de la crisis económica, algunos funcionarios ya prevén que el futuro próximo será peor en relación al control callejero frente a una situación social más crítica.
 
Las cifras de la cartera de Frederic, con datos de los ministerios de Seguridad de todas las provincias, corroboran el cambio de tendencia. Entre enero y mayo, las denuncias por robo y robo agravado cayeron un 25% en términos interanuales por el efecto del aislamiento. Pero en los últimos meses empezó a registrarse un repunte de los números habituales de la pre pandemia. “No hay números alarmantes, pero es verdad que subieron”, señalaron desde Nación.
 
En el gobierno bonaerense aseguran que la mesa de trabajo “no tiene que ver” con el jubilado de Quilmes ni con algún desencadenante en especial. Solo se pronunciaron en cuanto a que, a cuatro meses del aislamiento obligatorio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), hay que ir reajustando los esfuerzos.
 
En los hechos ya había una suerte de división de tareas. Desde el 1 de julio, las fuerzas federales funcionaban para el control prioritario de los permisos de circulación en peajes, accesos a la Ciudad y otras puntos de ingresos interjurisdiccionales. En la Provincia, como en Ciudad de Buenos Aires, el foco estuvo en las calles internas más transitadas y en las avenidas.
 
El encuentro, que incluyó la participación también del secretario de Seguridad Eduardo Villalba, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, y el subsecretario de Intervención Federal, Luis Morales, se orientó a distintos aspectos operativos relacionados a la planificación conjunta. Hubo un repaso de los resultados obtenidos durante la cuarentena, se analizaron los “mapas interactivos de conflictividad”, los enlaces diarios entre cada área y hubo pedidos para que se refuerce la cooperación de Nación en las zonas calientes de la provincia de Buenos Aires, cuando la ayuda sea solicitada.
 
La agenda de la inseguridad está entre los primeros temas de preocupación en el conurbano bonaerense. Los reclamos de mayor coordinación y asistencia se hicieron escuchar ayer, en una reunión entre Axel Kicillof e intendentes de la Tercera Sección Electoral. Hay en carpeta una reforma integral de las fuerzas de seguridad que implica una inversión de más de 12 mil millones de pesos y el trabajo en conjunto entre municipios, Provincia y Nación, que implicará mayor armamento y patrulleros en las calles.
 
Por lo bajo, el ascenso de los casos positivos de COVID-19 en las fuerzas de seguridad empieza a ser un tema para seguir de cerca. Fue uno de los asuntos tratados en la mesa entre Frederic, Kicillof y Berni. “Aunque tengamos grupos de reserva, estas reuniones nos sirven para redistribuir las fuerzas cuando tenemos diezmada la presencia en algún lugar. Hay muchos efectivos contagiados”, indicaron desde La Plata.
 
No hay señales de alarma, pero las autoridades bonaerenses están prestando mayor atención a los uniformados que deben aislarse con hisopados positivos. Algo que era previsible, en un marco donde los afectados por la pandemia ya superan los 5.000 casos diarios en el país.
 
 
Axel Kicillof, Sabina Frederic y Sergio Berni se reunieron para reorientar la política de seguridad bonaerense