La estrategia de Cristina Kirchner busca ganar en primera vuelta Imprimir
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Martes, 21 de Mayo de 2019 11:04
Por Mónica Gutiérrez
 
Su decisión encierra una curiosa contradicción: admite debilidad, ya que deja en evidencia que los números no le cierran en un eventual balotaje frente a Mauricio Macri y, al mismo tiempo, redobla su apuesta denotando una capacidad de decisión y maniobra extrema en orden a seguir participando.
 
Su anuncio corre dramáticamente el eje del escenario preelectoral y mete presión en la definición de las otras fuerzas.
 
Lejos de retirarse de escena impone su liderazgo con plena conciencia de que sola no puede -no puede llegar y menos aún gobernar en el caso de quedarse con las Presidencia– instruye a su elegido para que se aboque a dar densidad al espacio kirchnerista sumando peronismo.
 
La idea de una "coalición amplia" planteada por CFK en la reunión del PJ y las inmediatas declaraciones al salir de la sede partidaria convocando a los gobernadores y a Sergio Massa son el ahora inmediato antecedente de la audaz jugada de CFK.
 
Al dejar la primera línea de fuego, Cristina aparece como una "facilitadora" de la Unidad. Su figura se funde en un segundo plano liberando del peso de su fantasma a los que estén dispuesto a saltar el cerco regresando al cristinismo del que supieron a viva voz renegar.
Cristina Kirchner y Alberto Fernández en el Salón Blanco de Casa de Gobierno 
 
Con la ex presidente detrás de escena, Alberto Fernández sale aglutinar voluntades en torno a un frente anti-macri. Sacar a Cambiemos de la Rosada es un objetivo compartido por todo el arco opositor. Con solo sumar al líder del Frente Renovador ya se habrá revertido la idea de que, sí o sí, la final se dirime en un balotaje. Por el momento el tigrense presenta batalla. Dice sentirse más candidato que nunca, no se baja de la idea ir por la Presidencia.
 
Desde Córdoba, Juan Schiaretti insiste en que Alternativa Federal irá con formula propia. Lo propio hizo Miguel Angel Pichetto, quién venía apurando a Lavagna para que presente su candidatura, cosa que finalmente hizo en una entrevista con Infobae, sin mauores formalidades, en la tarde de este lunes. El terremoto en grado 8 del pasado sábado los sacudió pero no logró desmoronar el edificio en obra del tercer espacio.
 
De entre los suyos elige al menos cristinista de todos los K. En principio, o al menos hasta aquí, Alberto Fernández ha actuado como un dedicado y hábil componedor. Con llegada directa y personal a buena parte de los actores del círculo rojo, el ex jefe de Gabinete ha mantenido diálogo con gobernadores, legisladores, empresarios, dueños de medios y periodistas antes, durante y después de su paso por el poder. No dispone de un solo voto propio pero es, por lejos, la persona más indicada para intentar ordenar la voluntad política de los lábiles y aplicar carga de seducción en los reticentes.
Alberto Fernández también fue jefe de Gabinete de Néstor Kirchner
 
La relación entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández ha sido turbulenta. Conoce todos los estadíos posibles menos la indiferencia.
 
En 2007, la entonces primera dama y candidata a la Presidencia de la Nación, hizo un expreso pedido a AF de que permaneciera al frente de la Jefatura de Gabinete. Fue casi una condición que planteó para aceptar la idea de presentarse. Entrenado en las lides diarias de la gestión, el hombre que desde hacía cuatro años había fatigado el minuto a minuto de la presidencia de Néstor Kirchner parecía resultarle imprescindible. Eran los días en los que se hablaba del "doble comando": CFK en el Gobierno, Néstor en el poder. Alberto quedó en el medio de un esquema bipolar que se ponía espeso.
 
Fue justamente Alberto Fernández el que logró abortar a tiempo la enloquecida idea nestorista de que Cristina debía renunciar a la Presidencia, a apenas meses de haber asumido, cuando en un fatídico día que cambió la historia, su vicepresidente Julio Cobos emitió el emblemático "voto no positivo".
 
En aquella dramática mañana de jueves Nestor Kirchner ordenó a su ministro coordinador convocar a una conferencia de prensa para que CFK formalizara su renuncia. AF no sólo no acató la orden de conseguir locación en un hotel céntrico para hacer el anuncio, sino que fatigó teléfonos de funcionarios y legisladores hasta que logró desmontar la dramática trama que había urdido su entonces jefe político. Fueron horas difíciles para todos y todas.
Sergio Massa aún debe definir en qué espacio competirá
 
Cristina nunca pudo superar la decisión del ahora candidato a la Presidencia de renunciar e irse. Tras convocarlo a participar del acto en el que prestó juramento su sucesor, Sergio Massa, nunca más le dirigió la palabra. Le pasó frío polar durante casi 9 años.
 
Es difícil saber qué ocultas razones la llevaron a recuperar, ya avanzado el 2017, la relación con el hombre que la abandonó cuando más lo necesitaba en el poder, si en esta segunda vuelta los unió el amor o el espanto."
 
"Ni Cristina es Perón, ni yo soy Cámpora", dijo el hombre del momento en contestación a los que aseguran que será un títere del poder en las sombras.
 
Alberto Fernández no es tampoco Daniel Scioli. El ex gobernador aportaba votos ganados con décadas de marketing. AF no parece poder aportar nada por ese lado, si en cambio ofrece una pátina de sensatez, cintura política y una infatigable capacidad de lobby.
 
Si dispondrá de los atributos de un heredero o solo será usado para la urgente tarea de recuperar el poder a como dé lugar para luego manipularlo o, eventualmente, descartarlo, está todavía por verse.
La relación de ambos en el poder es aún una pregunta sin respuesta
 
Los modos e ideas que en la última década hizo públicas AF están lejos del catecismo de CFK y sus seguidores más fervorosos.
 
Si Alberto Fernández logrará contener y moderar a Cristina o si, por el contrario, ella lo arrastrará, llevándoselo puesto en su camino al poder, es una pregunta todavía sin respuesta.
 
Las declaraciones más frescas del flamante candidato en relación al tema de los jueces y la Justicia generan desconcierto y dudas entre los bien pensantes. No son las de un político precisamente light. La historia está en desarrollo.
 
El candidato pasó el primer día hábil de su nueva vida en Santa Cruz. Su primera actividad fue visitar el mausoleo de Néstor Kirchner. Mañana lo aguarda una escena mucho menos piadosa: deberá acompañar a su ahora vice a enfrentar un Tribunal Oral. Es solo la primera estación de un largo itinerario. Cada uno de sus gestos y palabras serán medidos y ponderados con detalle de ahora en más. Él lo sabe y en representación de su jefa política pide una nueva oportunidad.
 
 
 
 
  La estrategia de Cristina Kirchner busca ganar en primera vuelta