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Un médico villeguense que hace carrera en el mundo Imprimir
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Miércoles, 13 de Abril de 2016 09:10
Se trata de Patricio Bernardo Lynn, que con tan sólo 33 años cuenta con un reconocido prestigio en el mundo de la medicina. Argentina, Brasil y, ahora también, Estados Unidos son los escenarios de su aventura profesional.
 
Patricio Bernardo Lynn tiene 33 años. En el año 1998 egresó del Colegio Nacional de nuestra ciudad y se mudó a Capital Federal, donde se recibió de Médico en la Universidad Austral con Medalla de Oro; luego realizó la residencia en el Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires y desde hace un tiempo se encuentra desarrollando su carrera profesional en los centros de salud más prestigiosos del mundo.
En esta edición de Enfoques, Patricio dialogó con Actualidad sobre sus años de estudiante, su paso por Brasil, y su día a día en tierra yanquee.
 
Patricio, ¿Qué recuerdos tenés de tus años de estudiante?
 
Como gran parte de los villeguenses, a los 17 años emigré a Capital Federal para estudiar. Mi elección fue medicina en la Universidad Austral, que por ese entonces estaba recién comenzando; fui parte de la cuarta promoción.
Tengo hermosos recuerdos de esos años, en los cuales tuve la oportunidad de aprender junto a grandes profesores y un excelente grupo humano de compañeros  donde hice amigos que duran hasta hoy.
 
¿Qué hiciste cuando terminaste la facultad?
Terminada la facultad, ingresé al Hospital de Clínicas donde hice mi residencia en Cirugía General y me especialicé en Cirugía Digestiva. Trabajé por dos años en Buenos Aires como médico de planta honorario en el Hospital de Clínicas y en la práctica privada.
 
¿Cómo surgió tu interés por desarrollar tu carrera en el resto del mundo?
A mediados de 2010 gané una beca de la Sociedad Brasileña de Coloproctología y ahí empezó mi aventura internacional.  Fui a rotar a San Pablo, al instituto Angelita & Joaquím Gama, un prestigioso centro privado. Luego de esta rotación fui invitado al año siguiente  a realizar un año como Research Fellow  (investigación clínica) en el mismo Instituto y al año siguiente como Fellow Clínico, ahora sí como cirujano, operando y atendiendo pacientes. Para esto último tuve que revalidar mi diploma médico, ¡lo cual si te cuento da para escribir un libro!
 
¿Por cuánto tiempo estuviste en Brasil?
Estuve en Brasil por cuatro años. Fue una experiencia muy enriquecedora en todo sentido: otro idioma, otra cultura, otras comidas.
 
¿Cómo fue la experiencia?
Fueron muchos cambios, y todos buenos. En el medio, en 2012, me casé con Silvina, mi mujer. Ella es de fierro y me acompaña siempre; estoy seguro de que no hubiera podido solo. Académicamente Brasil fue increíble; publicamos varios trabajos en revistas científicas y  tuve la oportunidad de realizar varias presentaciones orales en congresos internacionales y formar parte de la comisión organizadora del FICARE, Fórum Internacional del Cáncer de Recto en sus ediciones 2011 y 2013. Probablemente el logro más notorio haya sido ganar el premio al mejor trabajo del Congreso Anual de la Asociación Norteamericana de Cirujanos Colorectales del 2013; fue la primera vez que se premió a un grupo extranjero.
 
¿Qué siguió después de Brasil?
A mediados del 2014 me salió una oportunidad para hacer una especialización en Cirugía Colorectal en Estados Unidos y decidí aceptar. Llegamos a Nueva York en octubre del 2014 y estamos acá desde entonces.
 
¿Qué te dijeron tu familia y amigos cuando les comentaste que pensabas irte a vivir a Nueva York?
Tanto mi familia como mis amigos se pusieron muy contentos con la mudanza. Mis padres ya están medio curados de espanto con esto de tenerme lejos, pero sé que no debe ser fácil. San Pablo estaba más cerca y se podía programar alguna visita corta, ahora las distancias son otras.
 
¿Cómo fueron los preparativos para la mudanza?
Fue todo muy rápido, la oportunidad de venir apareció en julio del año pasado y tuvimos que desarmar el departamento en tan sólo un par de meses.
En San Pablo estábamos cómodos en un departamento bastante espacioso, que mi mujer había decorado durante los dos años que vivimos allá. Vendimos casi todo y con ese dinero compramos los muebles para el nuevo departamento en Nueva York. 
 
¿Cómo es vivir en una ciudad como Nueva York?
Llegamos hace seis meses, y todavía estamos con el encanto de lo nuevo. La ciudad es preciosa; el ir caminando al supermercado o al hospital es un programa. Los edificios, las calles y los negocios son increíbles; es como para quedarse horas solamente paseando y sintiéndote parte. En un punto es hasta un poco raro, porque no te sentís un extraño, No sé explicar bien por qué, pero tal vez sea por la televisión; hoy en día prendés la tele y de 10 programas, 3 están filmados o ambientados en Nueva York. Los espacios son menores; los negocios, restaurants, confiterías y sobre todo los departamentos son más chicos. No obstante, los lugares están muy bien utilizados. Los parques y las plazas son súper prolijos y dan ganas de quedarse sentado todo el día, cuando no hace frio, claro.
 
Imagino que el crudo clima invernal fue otra novedad después de haber vivido en Buenos Aires o Brasil.
Este fue nuestro primer invierno con nieve. Hubo semanas que la temperatura era bajo cero, pero los ambientes están muy bien calefaccionados y no se siente tanto el frío.
 
¿Cómo es la gente?
Probablemente la gente sea lo más interesante de esta ciudad. Nueva York es un zoológico humano. Salís a la calle y te cruzás con un oriental, un mexicano, un afroamericano, un alemán, un americano bien yanquee, un judío ortodoxo, un indio, todos en la misma cuadra. Esa diversidad de razas y culturas hace que la oferta gastronómica sea inmensa y que se consigan productos de todo el mundo.
Además de los turistas, hay una población muy grande de gente joven que viene y se queda por algunos meses o años; que se renueva constantemente y que hace a la diversidad de la ciudad. Es una ciudad donde la gran mayoría de la gente no tiene autos, hay pocos lugares para estacionar y es carísimo. Por otra parte el transporte público llega a todos lados y se camina mucho. Es una de las ciudades americanas más caras 
 
¿Cómo es el vecindario en donde vivís?
Nuestro departamento está en la isla de Manhattan, en el Upper East Side; un barrio muy tranquilo, un poco alejado del ruido y del circuito turístico.
 
¿Dónde trabajás?
Estoy trabajando en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC), un hospital especializado en cáncer. El año pasado fue elegido como el mejor hospital de cáncer de los Estados Unidos. Por ahora estoy haciendo investigación clínica, hasta julio que empezaré una especialización como International Fellow en cirugía colorrectal por un año. Para poder ejercer en Estados Unidos hay que dar una serie de exámenes, aproveché estos meses para estudiar y darlos, y gracias a Dios salió todo bien.
 
¿Cómo llegaste a ese hospital tan prestigioso?
Para el puesto en el que estoy y para el que voy a ocupar se llega por recomendación. En ese sentido los médicos brasileños con los que trabajé se portaron de la mejor manera. Mi jefe es el Dr. Julio García-Aguilar, es español, una gran persona y un genio académicamente. Me abrió las puertas del servicio y me ha tratado excelentemente.
 
Esta nota continuará el próximo viernes en la siguiente edición de Enfoques.
 
Fuente: Actualidad
Un médico villeguense que hace carrera en el mundo