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El delantero de River sufre una tendinitis rotuliana que lo marginará del partido ante Quilmes. Jugará el Superclásico sólo para "cumplir un sueño" y luego analizará el retiro anticipado. La lesión es una de las de más difícil recuperación. De qué se trata, en esta nota 

 

El futuro de David Trezeguet (35) en River está cercado: además de tener pendiente en Mónaco la concreción de su divorcio que lo obliga a viajar a Europa de manera asidua, sufre de tendinitis rotuliana, una lesión difícil de controlar en cualquier deportista, mucho más en aquellos de edad avanzada para la práctica del alto rendimiento, como es el caso del delantero francés.

 

El tendón (tejido que conecta los músculos a los huesos) rotuliano une la rótula con la tibia y se ubica justo por debajo de la primera e interviene en todos los movimientos de flexión de la rodilla, la articulación más grande del cuerpo que estabiliza la pierna y permite flexionarla, girarla y enderezarla.

 

Entre los síntomas, aparece dolor en la cara anterior de la rodilla que aumenta al forzar la zona, lo que ocurre al correr, saltar y hasta caminar. La zona se ve inflamada y en algunos casos aparecen edemas.

 

La tendinitis es, básicamente, una degeneración del tendón que se manifiesta de manera inflamatoria. El tratamiento más común es con reposo, kinesiología, frío local y analgésicos, aunque en ciertos casos es necesaria la cirugía para la reparación de los casos más graves.

 

Dentro de este cuadro se explica entonces la causa de la marginación de Trezeguet para el partido del domingo y, aunque el ex Juventus anunció que jugará el Superclásico contra Boca en el Monumental, podría ser el último partido de su carrera ante la imposibilidad de recuperarse completamente de esta complicada lesión.