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Sardegna, playas, historias y un mar cristalino |
Viernes, 23 de Agosto de 2013 11:02 | |||
Por Claudio Ruax para Master News desde Italia
Los paisajes italianos no dejan de sorprenderme por su belleza. En este caso he visitado la isla de Sardegna, enclavada en medio del Mediterraneo, tierras de confín y de pasaje han sido estas playas en los últimos dos mil años. Los primeros indicios nos informan que las corrientes migratorias que llegaron a sus costas hace seis mil años provenían desde la costa toscana, norte de Africa y España. Pero fueron los fenicios a fundar los primeros centros habitados ya que esta isla era una escala obligada para seguir viaje hacia España. Se subsiguieron cartagineses, romanos, sarracenos hasta que en el 1297 el papa Bonifacio VIII con el objetivo de poner fin a la lucha entre la corona de Aragón y la corona francesa por la posesión de Sicilia, creó de la nada este nuevo reino llamado Reino de Sardegna y se lo ofreció a la corona de Aragón a cambio de dejar la Sicilia. Es entonces cuando comienza el dominio catalán en esta isla hasta el 1479, año en el cual la corona de Aragón y la corona de Castilla se unen con el matrimonio de Fernando e Isabel, mas conocidos como los reyes católicos, dando origen al reino de España. La influencia catalana fue muy importante sobre todo en la lengua, de hecho, en el norte de la isla, en la ciudad e Alghero se habla catalán.
Pues bien, que busca al viajero cuando llega a Sardegna? Sus hermosas playas. Calas escondidas, playas largas y desoladas, dunas y un mar cristalino estan alli para ser visitados
Playa en Villasimius
Y alli nos dirijimos entonces a disfrutar de sus escolleras, donde praticar esnorquel es toda una aventura, se ven peces multicolores, pulpos, cangrejos, cardumenes de peces que pasan junto a nosotros. Hermosas (y peligrosas) aguavivas, grandes y coloreadas de violeta de las cuales es mejor esta alejados..
La gran cantidad de playas que ofrece Sardegna nos permite visitar distintas playas todos los días, desde la caleta intima a las largas playas de arena blanca. Cada una de ellas nos dan la posibilidad de volver a sumergirnos y descubrir nuevos peces, nuevas escolleras, he pasado horas con el esnorquel observando la fauna y flora marina, se llega a perder la noción del tiempo observando este espectáculo..
Dejamos la playa al atardecer, en esas horas donde todo se vuelve intimo y silencioso, el sol se esconde entre los montes y un ultimo chapuzón no puede faltar, a esas horas el mar es todo nuestro. Los nuraghes, desde las alturas dominan el horizonte.. Hablar de Sardegna es hablar también de los nuraghes, construcciones megalicticas realizadas entre el 1800 y el 1100 antes de Cristo son las construcciones de este periodo mejor conservadas de toda Europa. Se encuentran únicamente en la isla de Sardegna. Su nombre es de origen pre indoeuropeo y podria significar torre vacia, estas torres se desarrollaron en el último milenio de la edad del bronce. La hipótesis predominante es que estas construcciones hayan sido templos religiosos y no torres con objetivos defensivos o militares, como se creía antiguamente. Existen en la isla unos siete mil nuraghes, sea en colina, en montaña como en la llanura.
Complejo Nuraghico Barrumini
Dejamos atrás los nuraghes porque los sabores de Sardegna nos invitan a la mesa. Un cochinillo, en sardo llamado “porceddu”, asado y servido en una bandeja de corteza de alcornoque, árbol del cual se extrae el corcho y que en esta isla abundan, nos espera. Buenos fiambres de antipasto acompañados de un vino blanco local llamado Vermentino di Sardegna, preludia el cochinillo. Este último servido con un excelente vino tinto de Sardegna, el Cannonau, cosecha 2011 y con 14,5 grados, que hace más suave el sabor del “porceddu”.
Sardegna produce excelente queso de cabra y de oveja, llamado Pecorino Sardo, de sabor fuerte, óptimo con vinos tintos estacionados. Los dulces son otra excelencia de Sardegna, asi como el pán Carasau fino y crocante, o el pán Pistoccu un poco mas grueso.
Ya que de árboles estuve contando, no quisiera olvidar a un viejo amigo que he reencotrado en esta isla ya que en el continente no esta presente. Me refiero al eucaliptus. Volver a sentir el perfume de los bosques de eucaliptus, caminar sintiendo el rumor de sus hojas bajo mis pies..que lindo.
Pero bueno, hay otros amigos por conocer, los caminos y la distancia me trajeron hasta aqui y me llevaran todavía a lugares que no conozco. Hasta pronto.
Claudio
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