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"Apuntamos a darle otra vez forma a la Policía" Imprimir
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Martes, 08 de Marzo de 2016 18:29

Dice que no quiere errores en la fuerza. “El que se equivoca, afuera”, señala. El Jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, recibió a La Tecla en su despacho y dejó en claro cuáles son sus objetivos. Defiende a la institución a capa y espada. También a su gente, a la buena.

Tiene 49 años de edad y 31 de servicio, aunque él dice que se abrazó a la carrera a los 12. Su nombre es Pablo Bressi, y hasta ser designado como Jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires se desempeñaba como Superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas de la misma fuerza.

Intenta no criticar lo hecho durante la gestión anterior, pero marca diferencias cuando cuenta cuáles son sus objetivos. Se muestra contundente a la hora de defender a la institución policial y, también, al momento de dejar en claro que los malos efectivos dejarán de ser efectivos.

-¿Por qué Pablo Bressi es el Jefe de la Policía Bonaerense?
-¿Por qué? ¿Quién lo sabrá? (Risas).

-¿Qué le dijeron cuando lo convocaron?
-Que hicieron un exhaustivo examen y, producto de mis antecedentes y mi legajo, llegaron a la elección de mi persona como jefe de la fuerza. Más allá del orgullo y el honor hay que tener en cuenta que visto el uniforme desde los doce años, desde que entré al Liceo Policial. Eso hace que tenga un plus de vocación, por decirlo de alguna manera. Y tengo el placer que me acompaña como Subjefe de la fuerza el Comisario General Fabián Perrone, compañero del Liceo. Somos de la promoción 17.

-Más allá de lo político, ¿cuál es la impronta distintiva que va a imprimirle a la Policía? ¿En qué se va a diferenciar de Matzkin?
-No voy a opinar hoy de lo que hizo o no hizo Matzkin, haya sido bueno o malo. Puedo hablar de lo que yo quiero hacer.

-¿Y qué quiere hacer?
-Quiero una institución que tenga una estructura, y que esa estructura sea respetada. Tenemos leyes, reglamentos, y hay que respetarlos. Si nosotros mismos no somos capaces de eso, no vamos a poder funcionar. Hoy estamos apuntando a eso. Si el efectivo no cumple con lo que marca la ley o el Código Penal, Asuntos Internos se encargará de evaluar y sancionar. No se puede permitir el “bueno, se equivocó, qué se le va a hacer”. No. El policía tiene que tener la capacidad necesaria para no equivocarse. De la equivocación de un policía puede salir perjudicado uno o más ciudadanos. Apuntamos a otra vez darle forma a la Policía.

-¿Refundar la institución?
-No hablemos de refundar la institución, porque ya existe. Pero sí inculquémosle al hombre la responsabilidad que no estaba teniendo hasta hoy, que se sienta orgulloso de vestir el uniforme, porque si no tampoco va a poder enfrentar lo que tiene que enfrentar. También tiene que ver con la vocación. Desde los doce años visto este uniforme. Si yo lo respeto, todos lo tienen que respetar. El que no lo quiera respetar se tiene que ir de la fuerza. Si no se respeta eso, la institución no funciona. El que se equivoca, se corre.

-Sencillo…
-Cortito. No podemos estar dando vueltas con eso. La sociedad no nos puede permitir que nosotros seamos los que nos equivocamos. La sociedad deposita en nosotros la tranquilidad. Pero si nosotros nos equivocamos, qué tranquilidad van a tener.

-¿Le molesta a la Policía tener que presentar la declaración jurada?
-No, en absoluto. Lo único que se tiene que tener en cuenta es que hay partes de la declaración jurada de un funcionario policial que no pueden tener estado público. Si fuera así, cualquiera podría tener acceso al domicilio de un policía, y eso podría ocasionar problemas no deseados. Pero que la autoridad de contralor cuente con toda la información y que parte de esa información pueda ser pública, no genera inconvenientes; no hay problema.

-¿Se puede sacar de un tirón a todo el policía malo? ¿O, como se dice en la calle, si vas a fondo, esos policías malos son capaces de incendiarte la Provincia?
-Hay que demoler muchos mitos. Un día dijeron de la Bonaerense que era la Maldita Policía, y otro día dijeron que era la mejor Policía del mundo. Algún día quizá digan, simplemente, “la Policía”. Lo que se tiene que preservar y no vulnerar es la institución policial. Como toda institución, ésta está formada por personas que pueden equivocarse o hacer cosas que no corresponden. Y eso es justamente lo que no vamos a permitir.

-¿La triple fuga de Alvear no se podría haber llevado a cabo sin ayuda policial?
-Estamos todavía trabajando sobre todo lo que fue la triple fuga. Partiendo de la base de que no fue responsabilidad policial, todo aquel efectivo que haya tenido participación fue puesto a disposición de Asuntos Internos. Ese organismo, que tiene una conducción civil, o sea que no es la misma Policía, hará la evaluación del grado de vinculación de cada uno. A la Policía no le interesa apañar o tener dentro de la institución gente que no está trabajando para la ciudadanía de la provincia de Buenos Aires. ¿Los habitantes de la Provincia son todos buenos? Sí, son todos buenos; pero algunos no tanto. La Policía está formada por hombres. ¿Son todos buenos? Sí. Partamos de esa premisa, son todos buenos. Algunos no tanto. Esos van a ser separados. Pero tenemos que arrancar desde que la institución tiene que estar formada por los buenos; si no, no tiene sentido.

-El principal caballito de batalla tanto de Vidal como de Ritondo es la lucha contra el narcotráfico, por eso Pablo Bressi es el Jefe de la Policía… ¿Cómo se hace para que las estadísticas empiecen a mejorar?
-Trabajando. La lucha frontal contra el narcotráfico no sólo es política de la Gobernadora, sino también del Presidente. En esa dirección se está trabajando. ¿Cómo? Potenciando todo lo que tiene que ver con el área, dotándola de más tecnología, de más medios, de más personal, de mejor capacitación para todo el personal. Hay que poder tener mejor vinculación con los organismos internacionales, llámese Estados Unidos, España, Italia, Israel. La droga no se combate solamente desde acá adentro, es un delito mundial. Si no logramos la vinculación con los demás organismos a nivel internacional, se va a hacer más difícil.

-El año pasado, Pila, un pueblo chico, de dos mil habitantes, con apenas tres accesos, tuvo serios problemas delictivos producto del incremento de la droga. Desde la total ignorancia se ve fácil de controlar…
-La problemática de la droga hay que verla por el lado de la persona que consume, que es alguien enfermo y hay que tratarlo. Y también por el lado del traficante, que lucra con esa persona enferma. Se llame Pila, La Plata o el distrito que fuera, en cada lugar vamos a tener personas traficando para que existan consumidores que van a utilizar esa sustancia. Nosotros tenemos que evitar que llegue la sustancia. No importa que sea un lugar chico o grande; se trata de conductas humanas.

-¿Le pregunto sobre su postura en cuanto a la despenalización de la marihuana?
-No es mi respuesta la que va a hacer que se diga sí o no a la despenalización de la marihuana. Yo estoy para hacer cumplir lo que digan las leyes.

-¿Qué hace cuando está en su casa y se saca el uniforme de policía?
-Disfruto de mi familia. Igual creo que al uniforme de policía no te lo sacás nunca, sos policía las 24 horas. Es más, mis hijos, cuando les digo algo, me saltan con que “ya estás dando órdenes”. Soy una persona normal, común. Me gusta estar con mi familia, mis amigos, disfrutar de un asado. También me gusta el buceo. Todo, obvio, cuando se puede, porque a veces no dan los tiempos. Trato de ser lo que soy, lo que siempre fui. No cambio por el hecho de ser policía, ni por la jerarquía que tengo ni por ser el Jefe de la Policía Bonaerense.