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Los nuevos televisores QLED 8K de Samsung no necesitan contenido en 8K, lo escalan ellos mediante IA Imprimir
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Jueves, 30 de Agosto de 2018 21:12

¿Para qué quiero un televisor 8K si no existen contenidos a esa definición? Los ingenieros de Samsung han dado con una respuesta muy inteligente a esa pregunta: Si no existen contenidos en 8K, los crearemos. El resultado son tres nuevos televisores que hacen que el escalado tradicional parezca un chiste.

La cuestión de la definición es algo a lo que ya nos enfrentamos cuando llegó el 4K. ¿Para que queremos un televisor 4K si los Blu Ray aún son FullHD? Eso por no mencionar la paupérrima calidad de las emisiones de televisión, la espantosa definición de los DVD o la aún más terrible resolución de la mayor parte de vídeos que pueblan Internet.

Con el 8K, la cuestión cobra una importancia aún mayor. Comencemos poniendo en perspectiva el problema. Un televisor 8K tiene una resolución de 7680×4320 píxeles (aproximadamente 32 millones de píxeles). Eso es una definición cuatro veces mayor que el 4K, y 16 veces mayor que la de un Blu Ray FullHD.

Solucionar la pérdida de información
Cuando un televisor muestra imágenes en una definición menor que su resolución nativa se encuentra con un problema: literalmente le faltan píxeles. Para mayor comodidad, reduzcamos el problema a una pequeña porción de la pantalla. Imaginemos una retícula de 10x10 píxeles correspondiente al fotograma de una película FullHD. Si reproducimos ese fotograma en un televisor 4K nos encontramos con que la retícula que hay que llenar con información ya no tiene 10x10 casillas, sino 40x40. Si el televisor es 8K el problema roza lo absurdo. La retícula tiene 160x160 píxeles. ¿Con qué color llenamos esas casillas vacías?

La respuesta de los fabricantes a eso es el escalado. Explicado de una manera muy burda, lo que hace el escalado es intentar adivinar qué color tiene que mostrar en las casillas vacías examinando lo que hay en las que sí tienen información. Existen diversos tipos de escalado que usan diferentes métodos para tratar de adivinar esto. Algunos examinan el color que tienen las casillas contiguas y ponen el mismo tono en la vacía. Otros complican un poco más ese sistema y hacen promedios entre los colores de las casillas vecinas, o incluso examinan la información de los fotogramas anteriores y posteriores en la línea temporal del vídeo. Para ello suelen emplear uno o varios algoritmos integrados en un chip.

La idea de Samsung: escalado por IA
Los ingenieros de Samsung saben que va a pasar mucho tiempo antes de que haya contenidos 8K disponibles de una manera amplia, así que han apostado por desarrollar un sistema de escalado como nunca se ha visto. El chip de escalado de la nueva familia Q900R de televisores QLED 8K usa una red neural que maneja 256 algoritmos.

Esta red no rellena las casillas vacías de píxeles examinando solo la imagen de baja resolución, sino que consulta una base de datos con millones de pares de imágenes en alta y baja definición. Esa base no está dentro del televisor, sino en servidores de la propia compañía. El chip aprende de las imágenes que le suministramos al ver cine o series, pero también recibe actualizaciones con nuevo contenido para escalar mejor a medida que pasa el tiempo. El proceso de escalado se lleva a cabo siempre a nivel local, dentro del chip, pero para que los resultados sean óptimos, los Q900R deberían poder disponer de una conexión desde la que actualizarse de vez en cuando.


Photo: Carlos Zahumenzky / Gizmodo en Español
En definitiva, si el televisor tiene que escalar la imagen en baja resolución de un perro labrador, busca en su base de datos perros labradores y compara cómo se han escalado de baja a alta definición para después calcular los tonos óptimos para cada casilla vacía.

En la IFA pude asistir a una demo privada sobre cómo funciona esta tecnología, y salí de ella francamente impresionado. El nivel de detalle que logran los Q900R reproduciendo contenido a definiciones bajas es simplemente alucinante. Las imágenes en 4K obviamente se llevan la mejor parte, pero la IA también logra que se vean dignos vídeos de YouTube en 720p o emisiones de televisión en SD.

La plataforma destaca especialmente a la hora de hacer que elementos como los textos en pantalla se vean increíblemente nítidos. Incluso hace un buen trabajo ayudando a reducir el ruido, los artefactos, el pixelado y suavizando la imagen. El resultado nunca va a ser igual que el del 8K Nativo, pero no verás un vídeo de YouTube o un Blu-Ray mejor que en uno de estos televisores. Samsung, por cierto, ya ha aclarado que el escalado por IA solo estará disponible en modelos 8K.

El escalado por IA no es el único as en la manga de los Q900R QLED. También cuentan con retroiluminación por zonas Full Array, una luminosidad brutal de hasta 4.000 Nits y volumen de color al 100% del espacio DCI-P3 (un estandar de los monitores profesionales a la hora de mostrar muchos colores). También integra HDR y ha mejorado su sonido para que sea compatible con el estándar HDR10+, impulsado por Panasonic y la 20th Century Fox. Es, al fin y al cabo, un televisor tope de gama.

¿Realmente era necesario fabricar un televisor 8K?
Samsung tiene una buena razón para haber lanzado esta primera línea de televisores 8K, y esa razón no es obligarte a cambiar de televisor, sino solucionar un problema: la resolución en diagonales muy grandes.


Cuando los televisores pasan de las 65 pulgadas, los píxeles comienzan a ser tan grandes que se aprecian a simple vista, incluso en 4K. El problema se agrava en diagonales de 75 pulgadas en adelante. Los Q900R están pensados para mejorar la calidad de imagen en diagonales monstruosamente grandes, y por eso solo vienen en tamaños de 65, 75, 82 y 85 pulgadas. No tendría sentido hacer un televisor 8K más pequeño.

Si Samsung ha creado esta nueva familia es porque sus datos de mercado no mienten: la gente compra televisores cada vez más grandes. A día de hoy lo normal en muchos hogares es que el televisor ya supere las 50 pulgadas y cada vez hay más que pasan de las 65. La tendencia va claramente hacia las 70 en los próximos años.

¿Necesitas un televisor 8K? La respuesta es no. ¿Lo quieres? Seguro que sí. Yo me he enamorado de él a primera vista, pero también se que no soy su público porque para empezar no puedo pagarlo y no podré pagarlo en mucho tiempo. Samsung aún no ha revelado precios oficiales, pero sí que rondarán entre los 5.000 euros para el modelo más sencillo y 15.000 para el de mayor diagonal. La buena noticia es que, en unos años, cuando los televisores de 70 pulgadas sean más baratos podremos elegir entre el estándar 4K y un sistema de imagen 8K tan nítido que hasta aporta profundidad a la imagen. Si eres de los afortunados que tienen 15.000 euros de sobra para comprar un televisor, no lo dudes. El que buscas es este.