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Un Jardín de Infantes, al que fueron todos Imprimir
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Miércoles, 04 de Septiembre de 2019 20:06
Clara Palain no puede contener la emoción cuando habla del Jardín de Infantes de Fortín Olavarría, el único del pueblo y que está a punto de cumplir 50 años. Por esas aulas y en ese patio se educaron y jugaron casi todos los habitantes de la ciudad durante su niñez, es un lugar de pertenencia ineludible en el que todos se ven reflejados por los recuerdos compartidos, por el pasado común.
 
Para Clara la carga emotiva es mucho más fuerte, porque mucho antes de ser de la directora del establecimiento fue una alumna de delantal de cuadrillé y peinado con dos colas que caían sobre sus hombros. Allí comenzó hace casi 45 años su trayectoria educativa y también terminará allí cuando se jubile dentro de 3 años.
 
Antes tendrá que presidir las actividades por las bodas de oro que serán en septiembre y prometen ser un reencuentro muy emotivo de varias generaciones, de vecinos que ya no viven en la ciudad y otros que sí y que volverán a encontrarse.
 
“Tenía dos años y medio aproximadamente cuando comencé a concurrir al jardín desde muy chica, después fui docente, fui miembro de cooperadora y 17 años como preceptora y terminando mi carrera, a tres años de jubilarme estoy como directora”, cuenta Clara en la charla con el diario La Opinión y OESTE BA, en  el edificio del jardín donde egresó cuando tenía 5 años y que fue inaugurado en 1976.
 
“Es el único jardín de Fortín Olavarría y por aquí pasamos casi todos los chicos del pueblo, los chicos que no fueron mis alumnos los tuve como preceptora, me emociona que los chicos se hacen grandes y me saludan por la calle y siempre me tienen presente”.
 
La historia
 
Cuenta la historia que en  1967 un grupo inquietos de padres presentan la inquietud para conformar el jardín, sería el segundo en todo el distrito, y comienza a funcionar en 1969 en un salón cedido por la escuela primaria número 5, bajo al dirección de Esther Brotto que estará presente en las actividades de septiembre próximo y que atesora aún un recorte del diario La Reforma de General Pico de 1969 que anuncia la buena nueva.
 
La matrícula inicial fueron 40 alumnos, la señorita Perla Caldentey fue la preceptora, y María Rosa López fue la auxiliar.
 
En 1970 comenzó a funcionar en una sala cedida por la Delegación Municipal y la comunidad educativa conformada a través de la comisión “amigos del jardín” comienzan a diseñar la posibilidad de contar con un edificio propio, para lo que se inician distintas actividades para recaudar fondos. El 10 de julio de 1976 se alcanza el sueño y se impone el nombre de “Carlos Cortelezzi” en homenaje al primer médico del pueblo.
 
Pasado, presente
 
Hoy el jardín cuenta con 80 alumnos y Clara cuenta que no sólo ella fue allí sino que sus dos hijos también lo hicieron. Más aún, una muestra de lo que significa este establecimiento para ella es que hace unos años se recibió de abogada, y cuando le ofrecieron un cargo educativo para conjugar sus dos profesiones, eligió ser la directora del jardín. “Mi corazón lo tengo en el jardín, no me veo haciendo otra cosa”.
 
Con el presente están “muy contentos”. En el 2017 “ganamos el presupuesto participativo para hacer una obra en dos etapas, se hicieron los baños nuevos y la ludoteca y biblioteca. Necesitábamos un espacio para trabajar que no lo teníamos así que fue concretar un sueño para nosotros”.
 
El año pasado participaron otra vez en el PP “para la construcción de un parque no sólo para el jardín sino para toda la comunidad, salimos segundos.  Queríamos un parque para todas las instituciones del pueblo”.
 
50 años
 
La meta es llegar a las bodas de oro” con todo, hemos preparado proyectos solicitando ayuda a empresas y distintas instituciones, no me quiero ir del jardín sin que cada sala tenga bachas para limpiar pinceles, queríamos poner las puertas de emergencia y darle una mano de pintura”.
 
Formaron una comisión de festejos “todos dispuestos a ayudar, viendo la posibilidad de hacer un almuerzo, que coincida con el acto protocolar, vamos a empezar a solicitar fotos para hacer una muestra de fotos antiguas y elementos de época como dibujos, cuadernos, carpetas y todo, juguetes y todo lo que sea de recuerdo de su paso por el jardín”.
 
Habrá un acto, un almuerzo y una misa para recordar docentes fallecidos. Actualmente el jardín tiene 3 docentes, una preceptora, una auxiliar, una profesora de educación física, una profesora de música, y el equipo de orientación escolar lo aporta la escuela primaria.
 
 
Fuente: OesteBA
  Un Jardín de Infantes, al que fueron todos